El amor por la fotografía nació casi por casualidad. Pero nada es casual. Este mundo posee espacios realmente hermosos dignos de imprimir en nuestros recuerdos. Pero nuestra memoria no siempre es fiable. Mis fotografías son trocitos de recuerdos digitalizados, una suerte de memoria asistida alojada en otro cerebro no orgánico.
La pasión por el diseño digital nació de manera indirecta.